VERSOS DE RESINA
Por Antonio Sánchez. Director y curador de 1819 art gallery
Sumergidos en las profundidades de la colección de obras de resina, nos encontramos ante un mar de emociones cristalizadas, donde cada pieza fluye con la gracia del océano. Estas creaciones, espejos de aguas en constante movimiento, nos invitan a un diálogo silencioso con la naturaleza, donde el eco de las olas susurra secretos antiguos y promesas de tranquilidad.
Los círculos, perfectos e infinitos, enmarcan escenas acuáticas que giran en un eterno retorno, como si cada ola capturada en resina fuera un ciclo perpetuo de mareas altas y bajas. Azules profundos, que abrazan tonos de turquesa y esmeralda, nos sumergen en abismos donde la luz del sol se filtra y danza sobre partículas suspendidas en un ballet acuático.
Cada obra es un poema visual donde las olas, etéreas y efímeras, quedan petrificadas en el tiempo, sus crestas blanquecinas como espuma que el viento dispersa sobre costas lejanas. Texturas que imitan la arena, rocas y corales proporcionan un contrapunto terrenal a la liquidez del agua, narrando la eterna lucha y armonía entre el mar y la tierra.
Desde un refugio de calma, estas obras irradian serenidad; son oasis visuales que calman el espíritu y renuevan el alma con cada mirada que se pierde en su inmensidad. La luz, atrapada y liberada por la resina, juega entre las sombras y reflejos, creando un espectáculo que cambia con el pasar del día, recordándonos que cada momento bajo la superficie es único y fugaz.
Así, la colección se convierte en un santuario de belleza y misterio, un espacio donde los límites entre el arte y el espectador se disuelven como sal en el océano. Aquí, cada observador encuentra su reflejo en las profundidades azuladas, cada uno navegando por sus propias profundidades, explorando las corrientes subterráneas de sus pensamientos y emociones.