Para poder hablar con exactitud del valor de la obra gráfica se deben analizar una serie de factores, ya que, aunque esta sea vista como una reproducción de un primer producto completamente original que ha creado el artista, siempre va de la mano del creador con un tipo de seriado que las convierte en imágenes de calidad y auténticas para quien las desee adquirir. Por tanto, si quieres conocer todos los elementos esenciales de la transferencia de las obras gráficas, la invitación es a que continúes leyendo las siguientes líneas.

¿Qué se conoce como obra gráfica?
Antes de lograr determinar el valor de la obra gráfica, es indispensable dedicar unas cuantas líneas a describir de qué se trata esta corriente o técnica artística. Podemos decir, que la obra gráfica es la reproducción de una obra original realizada por el artista a través de un grabado en una plancha. Este puede ser ejecutado por el mismo artista o por un tercero en una empresa que se dedica a dicha actividad, pero siempre con la supervisión del creador de la obra.
Tradicionalmente, este tipo de transferencia de la obra se realiza sobre papel u otro tipo de material un poco más resistente. Ten en cuenta, que esta técnica que han utilizado los artistas permite que se pueda llevar a cabo la reproducción de una obra en varias oportunidades. Sin embargo, esta actividad no la hace menos autentica que la original, ya que cualquier obra gráfica se inicia por una original.
Además de ello, cuando una obra es sometida a la reproducción, esta se realiza en un número determinado de ejemplares. Y después, la plancha o el método que se haya utilizado para dicha actividad debe ser eliminado completamente. Todo esto, se realiza con el objetivo de asegurar la cantidad de obras y la autenticidad de las mismas.
¿Cuál es el valor de la obra gráfica?

Determinar con exactitud cuál es el valor de la obra gráfica seria caer en un verdadero error. Ya que se deben analizar una serie de factores para que esta puede tener un precio final en el mercado comercial. Entre ellos podemos mencionar:
- El primer elemento que se considera en este ámbito es el autor, quien es el creador de la obra y que tan reconocido en el mundo del arte y todas sus vertientes.
- Posteriormente, se debe tener en cuenta las dimensiones de reproducción de la obra y todos los elementos que la acompañan.
- Sumado a lo anterior, hay que considerar cual es el valor que el artista desea darle a la obra.
- Por último, se deben evaluar todos los costes finales que tiene la reproducción de la obra, para obtener la obra gráfica deseada.
Además de ello, se debe tener en cuenta que aunque el artista decida obtener alrededor de 50 obras por poner un ejemplo, ninguna tiene más valor que otra, es decir, la número 1, la 15, la 25 o la 50, deben tener el mismo precio en el mercado comercial. Cada reproducción debe contener el número de serie que le pertenece, seguida de la cantidad total que se transfirieron.
Asimismo, se conoce que la firma del autor queda grabada a través de la reproducción, pero para que tengan el valor adecuado, toda obra gráfica además de la firma impresa, también la debe llevar a mano del puño y letra del creador de la obra. Ya que, para muchos la firma solo de la plancha no asegura la autenticidad de la pieza.
En conclusión

Antes de finalizar con estas líneas sobre el valor de la obra gráfica, es necesario destacar una vez más que las reproducciones no salen a la luz pública hasta que el propio artista las haya revisado, evaluado, aprobado y firmado.
Lo mejor de todo, es que estos son ejemplares limitados que el artista es el que decide cuantas transferencias de una determinada obra desea sacar al mercado en forma de obra gráfica. Sin duda alguna, esta es una técnica que en la actualidad han puesto en práctica desde artistas que están comenzando en este mágico mundo hasta otros que ya tienen una gran experiencia y trayectoria, como por ejemplo Pablo Picasso.