Si eres un conocedor del arte fotográfico, es bastante probable que ya distingas diferentes elementos de las imágenes. Sin embargo, si acabas de incursionar en este amplio mundo y aún tienes algunas dudas, no te preocupes. Hoy te hablaremos sobre los formatos fotográficos, sus usos y las mejores recomendaciones de cada uno.
¿Qué son los formatos fotográficos y para qué sirven?
Antes de nada, es muy importante tener en cuenta que los distintos tipos de archivos que son mencionados a lo largo de estas explicaciones, hacen referencia exclusivamente a los envíos de multimedia digital. Cada uno se adapta a una modalidad y tienen sus funciones, por lo que es fundamental conocerlos de forma individual.
Siendo así, los formatos fotográficos son las muchas maneras en que se puede almacenar una imagen hoy en día dentro de los dispositivos tecnológicos. Desde simples imágenes hasta ediciones, incluso videos o audios, todos cuentan con una terminología especial que se adapta a su calidad para servir al usuario.
En otras palabras, hablando más específicamente, los archivos están estandarizados por sus características especiales. Algunas de ellas son los formatos comprimidos, sin comprimir, o en formato de vector. Y si todavía no sabes qué significan, quizás sea más fácil que aprendas sus utilidades.
Recuerda que estos formatos son universales, sin importar cuál sea el preferido en diferentes ámbitos y regiones del mundo. A través de una rápida consulta en los portales virtuales puedes obtener buenos apuntes y tips para distinguir cual emplear en tus multimedia.
¿Cuáles son los distintos formatos fotográficos?
De acuerdo al tipo de archivo que estés almacenando o compartiendo, se dividen y trabajan los distintos formatos fotográficos. Estos son compatibles ya sea con imágenes puras, videos o audios, trasladándose desde el punto de envío hasta el punto de recibimiento con buena calidad y reproducción.
En la actualidad, podemos encontrar alrededor de cinco a nueve formatos, incluso un poco más, tal como diez o quince. Pero los más utilizados y desarrollados por los profesionales y particulares son los siguientes:
JPEG
Los archivos guardados bajo JPEG, también asociado al pasado JPG, quizás son los más reconocidos por todas las personas, expertas en informática o no. Y es que se trata del formato de imagen predilecto de varios dispositivos digitales y el arte digital, la primera opción en la barra de menú y la menos pesada.
Su lado positivo es que puede compartirse con cualquier otro dispositivo sin ningún problema, no obstante, la calidad se reduce al ser traslada en un par de ocasiones.
PNG
A diferencia del archivo JPEG, el cual contiene todos los elementos del multimedia tal cual se colocan, los guardados en PNG suelen no contar con fondo, es decir, su parte trasera es totalmente transparente. También mantiene la nitidez y los colores vivos, sin alteraciones al ser enviada o compartida a otros usuarios.
Se recomienda usar cuando se trabaja con logos personalizados, fotos de perfil o portadas de entidades y publicaciones, entre otros.
GIF
De los demás formatos fotográficos, vas a reconocer este por su popularidad recientemente adquirida. Y no es para menos, pues encierra todo el contenido animado que puedas descargar online, ya sea imágenes graciosas o cortos de ciertos videos. No hay nada ya que te impida guardar tus escenas o imágenes favoritas en movimiento.
Ten en cuenta que no es la mejor de las opciones para guardar con calidad y con intensidad en colores. De todas maneras, es de veloz descarga y almacenamiento ligero.
El archivo PDF resalta por sus propias características de uso, puesto que cuando guardas un archivo de texto con el, luego no es posible modificarlo, a menos que realices un procedimiento concreto. Su principal objetivo es mantener todo en orden para la impresión, inclusive cuando no, y mantener cualquier diseño original sin problema.
Existen algunos formatos más, por ejemplo, TIF, MP3, MP4 o EPS, entre otros, que corresponden a variadas características de archivos. Únicamente debes buscar el que te favorezca más para cuidar la calidad y la reproducción multimedia.
Los formatos fotográficos no son una herramienta tan nueva, aún así, es impresionante la cantidad de personas que todavía no las conocen ni distinguen entre ellas. Siempre verifica la parte final del nombre de tu archivo para asegurar su almacenamiento, pues de lo contrario, será difícil volverlo a ver. Son conocimientos que poco a poco se van poniendo en práctica.