Una de las primeras cosas que debe aprender un principiante en fotografía tienen que ver con la velocidad de obturación y apertura de diafragma, así como lo referente al ISO y el histograma. Y, es que conocer estos términos y dominarlos influye significativamente en la calidad de las imágenes que se obtienen con una cámara fotográfica.

¿Qué son la velocidad de obturación y la apertura de diafragma?
La velocidad de obturación y la apertura de diafragma son dos elementos necesarios para configurar la cámara de forma manual. Esto permite controlar la exposición de la imagen.
La apertura de diafragma controla la cantidad de luz que ingresa a través del lente, mientras que la velocidad de obturación controla la luz que incide sobre la película. Así, ambas se combinan en la producción de una fotografía. Dada su importancia, en este artículo te explicamos cómo funcionan la velocidad de obturación y la apertura de diafragma.
¿Qué es la apertura de diafragma?

El diafragma tiene la función de controlar la cantidad de luz que ingresa al sensor de la cámara. Esta parte del objetivo funciona abriéndose o cerrándose para disminuir o aumentar la cantidad de luz, de acuerdo a la necesidad de iluminación.
De manera que, la cámara fotográfica abre y cierra las laminillas que componen el diafragma, dibujando un diámetro mayor o menor para dejar pasar más o menos luz.
¿Cómo se mide la apertura de diafragma?
La apertura de diafragma se mide en números F, que poseen un valor que oscila desde el 1 hasta el 32, según el objetivo. A menor número mayor apertura del diafragma. Al cambio entre un valor y otro se le denomina paso de diafragma.
Actualmente, las cámaras digitales miden con mayor precisión en valor del diafragma. Esto es posible gracias a los pasos intermedios denominados tercios de paso de diafragma.
Profundidad de campo
La apertura del diafragma además de controlar la exposición incide en la denominada profundidad de campo. Se trata del área de la fotografía que se muestra enfocada, dependiendo de la composición de la imagen. En tanto, un sujeto u objeto dentro del fotograma debe estar enfocado para verse nítido.
Con un valor F amplio puedes elegir un punto dentro de la fotografía con nitidez, manteniendo los demás elementos desenfocados. Este aspecto es muy útil si buscas destacar la presencia de un sujeto u objeto en la imagen. Por el contrario, con una apertura de diafragma “baja” la mayoría de elementos se perciben enfocados en la imagen.
La apertura de diafragma más amplia es utilizada en la toma de fotografías tipo retrato, con poca profundidad de campo.
Velocidad de obturación

La velocidad de obturación es también conocida como tiempo de exposición. Se encarga de controlar el tiempo que el obturador permanece abierto al momento de tomar una fotografía. En otras palabras, controla el tiempo de exposición de la imagen. Por ello, es primordial equilibrar la apertura de diafragma y la velocidad de obturación para lograr una correcta exposición.
La velocidad se mide en fracciones de segundo. Por ejemplo, 1/30 se lee como trigésima parte de segundo. las velocidades de obturación convencionales son 1, 1/2, 1/4, 1/8, 1/15, 1/30, 1/60, 1/125, 1/250, 1/500.
Por lo general, la velocidad de obturación debe configurarse en 1/60 para lograr imágenes nítidas. Con tiempos de exposición más lentos es imprescindible usar trípode para evitar resultados de “imagen movida”.
Obturación rápida
Las velocidades rápidas resultan ideales para congelar sujetos y objetos en movimiento. Por lo general, se recomienda elegir una velocidad de 1/500, aunque esto depende de las funciones que posea la cámara.
Obturación lenta
Las velocidades lentas son capaces de registrar el movimiento. De hecho, la obturación lenta se emplea para lograr el efecto de movimiento en una fotografía. Este tipo de obturación es utilizado para fotografías nocturnas, pues facilita el ingreso de la cantidad de luz necesaria para lograr una fotografía correcta.
Modo bulbo
El modo bulbo, también conocido como bulb (B) es una función disponible en algunos tipos de cámara. Esto permite dejar abierto el obturador de manera constante al mantener presionado el obturador.
Se emplea para lograr velocidades de obturación más lentas que las posibles según la funcionalidad de la cámara.